Bachan -por tiempo ilimitado- me ha permitido acceso de autor al blog del “Cadáver Exquisito”. Oh, joy!
Pato Betteo, presente. ¿Qué se puede decir del proyecto que no se haya dicho antes? ¡Muchas cosas! Estamos a punto de dar la tercera vuelta a los turnos y la historia ha sido compuesta, descompuesta e indispuesta por cada uno de los autores (ni hablar de la sutil, pero significativa participación de los lectores).
Cuando me invitaron al proyecto, no tuve un segundo de duda. Me pareció la “neta en patineta”, a decir verdad. No sólo me sentí halagado por pertenecer a tan selecto crew, también sentí que sería el principio de una nueva etapa para el chico gremio que formamos. Por lo pronto, la furia virtual me contagió y me animé a publicar mi propio webcomic y sacar otros tantos esqueletos del clóset.
Bachan (sin saberlo siquiera y por si ustedes no lo saben) dicta muchas cosas en sus colegas: desde el uso de las wacoms y painters hasta fuentes tipográficas y estilos de publicación. Un verdadero motor para un auto que si no fuera por él, estaría atascado en el pantano de la improductividad.
Volvamos al “Cadáver”. Bachan arranca: Un arte esplendoroso, un urgente abanico de personajes. Clément pone sobre la mesa al victimado y ahí empezó la verdadera aventura. Después de constatar que todos los autores -¡incluyendo a Ramos y Pepe!- apostaban su tiempo y talento al webcomic, afilé lápices y cumplí con mi turno. La fugaz ocurrencia del Cubo separó una rama nueva del tronco y, vaya-vaya, todo se fue por ese lado. Eso me lleva a una metáfora… Clément usa al fútbol, algunos lo ven como Lucha Libre, yo lo veo como… ¡un árbol!.
Bachan plantó una semilla fuerte y el tronco fue creciendo. Cada autor hace crecer la planta y algunos ponen hojitas, otros sólo echan agua y otros construyen ramas. Cada rama determina un curso nuevo de la historia y, aunque no parezca, ya no hay marcha atrás. Algunos podamos los racimos innecesarios y algunos otros, como ya hicieron Lucas, Herrera y Tony, bañaron el árbol de sexo y sangre. ¡Yo sólo quiero ser jardinero!
En fin… Hay algo que me asombra del proyecto: la emoción sigue intacta como si fuera el primer día. El “Cadáver” es uno de mis sites favoritos y supongo que así lo será hasta que escribamos el FIN definitivo, por ahí de la página chorromil.
Fin del rollo. Y que siga el desmadre.